idiotas

Descripción

Pelayo se fue hasta Ámsterdam en el verano del 2001 para comprarse un amplificador Twin Reverb del 71. En menos de un año se lo compró, pero no ha encontrado todavía el camino de vuelta. Lo sigue buscando, pero ya no con el mismo ahínco. Lissa fue un año más tarde a Ámsterdam atraído por la oferta del Barrio Rojo y un supuesto trabajo en una supuesta compañía multinacional. Ahí se encuentran los dos personajes de esta historia para deleite de los lectores, se cuentan mil y una batallas y tras varias acaloradas discusiones y cientos de peleas donde la sangre mana a borbotones, deciden irse a vivir a la misma casa ilegal con Crispis para acrecentar la sensación de provisionalidad y locura. 
Así pues, ya hemos situado a los dos personajes en nuestra historia.
Pelayo Antoraz, guitarra rítmico-mongola en los extintos y míticos Estuches se estaba aburriendo de rascar su Fender Telecaster en casa enchufado a su flamante y antiquísimo aparato amplificador de sonidos y en vez de buscar una solución normal, se compró otra guitarra. Como vio que así no conseguía ir a ningún sitio, le dejó el amplificador a Ignacio Lissarrague, antiguo boceras de la antes citada banda, los Estuches y éste, muerto de envidia, se compró otra Danelectro. 
Ahora tenemos a dos mongolos con guitarra enchufados a la misma máquina de producir sonidos saturados, latosos y atorrantes. 

El resultado no puede ser peor, así que la cosa marchaba por el buen camino. 
Solo un par de modificaciones y en un breve lapso de tiempo asistimos asombrados, al nacimiento de uno de los engendros más singulares que han surgido de mente humana. 
Pero es que, en ese contexto, no podía salir nada distinto de una banda de rock con un nombre tan peregrino como Los Idiotas. No existe nada en el mundo más producto de la casualidad y de los errores que esta banda. Pero no sería tan malo si la historia no siguiera completándose por ella misma. 

Dado que el resultado de dos guitarras no era satisfactorio ni para los dos mongolos protagonistas de nuestra historia, ni mucho menos para cualquier desafortunado imbécil que se encontrara dentro del campo de acción de la máquina atronadora, Pelayo se compró una batería y ahora si que el ruido que emiten llega al umbral de lo insoportable. 
Analicemos la situación una vez más. Tenemos a un antiguo cantante haciendo de guitarrista y a un antiguo guitarrista haciendo de batero. 
¿Qué anda mal en las mentes de estos tíos? De cualquiera de las maneras, y contra todo pronostico, de todo este embrollo surge una de las maquinas de rizmanblus más salvaje que el abajo firmante jamás haya presenciado ¿Cómo es posible que solo dos tíos, y encima enclenques y malcarados, armen semejante jaleo? ¿Por que dos tíos (¡y encima uno de ellos de Medina!) transmiten una sensación de potencia y energía de tamaña envergadura? Y de cualquier manera, ¿a quién le importa? 
La realidad es que estos dos Idiotas están encandilando las pervertidas mentes de cientos de holandeses que no dejan de quedar asombrados cuando asisten a uno de sus apocalípticos conciertos. 

Tras machacarse un repertorio que te escupen en 40 minutos, deciden que sería bueno pasar a la posteridad y se arreglan para que Remco, uno de los más serios músicos locales, les grabe el repertorio. El citado menda no cerró la boca en las tres horas que duró la sesión: jamás había grabado a nadie que tocara más canciones en menos tiempo. Todo primeras tomas, todas buenas; de ahí sacan los nueve temas que componen su primera maqueta, que si bien no refleja del todo su enérgico sonido directo, si te empuja a ir a uno de sus bolos para comprobar si es verdad todo lo que oíste de ellos. Y lo es, creedme . . . . . . . . .