carlos siles

Descripción

Aun habiendo nacido y crecido en Granada (1984), donde decidí formarme musicalmente, en una sala de Madrid, ciudad donde resido, fue donde por primera vez mostré aquellas canciones que no podían apenas quitarse de encima las horas que pasaba desde pequeño pegado a mi casete, dándole vueltas a la misma cinta de The Beatles.
Acumulando canciones desde los 14 años, decidí grabarlas en un autoproducido titulado Refugio Bajo la Mesa Camilla (2005), que me valió de humilde entrada en los locales en los que comencé a tocar con 20 años. Desde entonces estos tres años han pasado muy rápido. Conocer a Javier Fernández (piano y teclados) y a Elena Pérez (violoncello) poco después, no sé si fue casualidad o simplemente un encuentro premeditado desde que Eleanor Rigby o Goodbye Stranger comenzaron a remover la necesidad de balancear mis canciones entre mi guitarra acústica y mi voz y sonidos clásicos pero contundentes, directos. Entiendo las canciones como colores. Creo que a cada canción le corresponde un color. En realidad creo que a casi todo le corresponde un color. “Refugio...” fue una necesidad, un momento, una infancia bastante normal y sin excesivos traumas pero con una imaginación y una agitación mental que a veces me desbordaba. Esto junto a una sensación de melancolía, sana, que sigue buscando su sitio.
Tras “Refugio...” y paralelamente a mis actuaciones, me fui empapando de música y fui descubriendo mundos paralelos con Elliott Smith, Jorge Drexler, Rufus Wainwright, Christina Rosenvinge, Radiohead... y mientras, sin darme cuenta, tocando en Búho Real, Clamores Jazz, La Tertulia de Granada, festivales solidarios, en Colegios Mayores... concierto en Oviedo, Ciudad Real... A veces solo, a veces (y preferiblemente) con Javier Fernández Coque y Elena Pérez, a quienes debo casi la totalidad de este sonido que ahora, y digo ahora, estamos empezando a moldear. Porque nunca se acaba de encontrar nada en esto de la música. No hay fórmulas ni queremos realmente encontrarlas. La necesidad de crear cosas nuevas, de experimentar, de expresar... no tiene fin.
Por el camino, alguna que otra banda sonora (2 cortos y un documental van a día de hoy), cosa que siempre quise hacer. Y gente y experiencias que a uno le hacen crecer y aprender. Luis Ramiro, Zahara, Patricio, Lolo, Usero, Starless, Lemus, Cano... Darte cuenta de todo el camino que queda y de que la música nunca termina.
Gracias a la gente que se ha ido sumando (comprando cds, acudiendo a los conciertos, mandando e-mails...) cada día estamos más ilusionados. Ahora estamos trabajando en un proyecto que está costando tiempo y miles de quebraderos de cabeza. Cuando, dentro de meses, o años, tengamos el resultado en la mano, ya será otra historia y las preocupaciones serán otras. Mientras, yo sigo componiendo y subiéndome a los escenarios. Porque ahora es imposible echarse para atrás. Es una necesidad. Un vicio